viernes, 25 de junio de 2010

Soweto, Blyde River Canyon y el Parque Kruger

He visto muchos argentinos, chilenos, estadounidenses, ingleses, canadienses, portugueses, etc.

Los españoles, los puedo contar con los dedos de una mano. Puede que sea por la crisis, puede que sea porque todos esperamos que España avance en este mundial y nos guardemos las vacaciones para la fase final, puede que sea por motivos de trabajo o por la lejanía del destino, pero creo que algo muy importante y que está pesando a la hora de venir a Sudáfrica es la psicosis creada por los medios de comunicación y por algunos periodistas acerca de la seguridad del país africano.





El martes 22 estuvimos en Soweto viendo el partido de los bafana bafana, fuí con un taxista al que no conocía por el centro de Johanesburgo y me recogió otro taxista a las 4 de la mañana en medio de la oscuridad, y sabéis lo que me ha pasado; nada. En ningún momento hemos tenido sensación de peligro, y aquellos que han tenido la mala suerte de tener un incidente probablemente actuaron de forma poco inteligente.

Está claro que lo que vende no es contar la amabilidad de la gente sudafricana, sino contar que a unos turistas les han robado en su apartamento (esto pasa en Madrid, en Nueva York, en Londres...). Seamos un poco coherentes, y no perjudiquemos con nuestras opiniones a un país y a unos habitantes que lo único que quieren es mostrar al mundo la auténtica realidad.



Martes 22

El día comenzó temprano, a eso de las 7 de la mañana y con solo 2 horas de sueño por haber tomado alguna que otra agradable cerveza el día anterior. Tenía que hacer las mochilas y esperar a Jeff, un taxista sudáfricano cuyo hijo juega en la selección sub 18 de los bafana bafana. El día anterior le conocimos y nos hizo un precio fantástico por el shuttle service (180 Rands). Mientras esperaba al avión, escribía el anterior post.

Llegué a Johanesburgo a eso de las 13.30. Llamé a Frodo y a Toni para saber donde andaban. Me esperaban en la Universidad de J´burg. A la salida pregunté por un taxi, y me presentaron a Thabo, con quién negocié un precio razonable. Fuimos hacia el punto de encuentro por el centro de la ciudad. Como comentaba antes no sentí en ningún momento miedo ni peligro. Nos encontramos Frodo, Toni y dos argentinos y nos dirigimos al Fan Fest de Soweto para presenciar el partido de los bafana bafana. Por el camino videos, fotos, gente sonriente y una organización estupenda para llegar al recinto.

Como sabéis Soweto es el Township donde creció y se crió Nelson Mandela, por lo que ver el que fué a la postre el último partido de Sudáfrica allí iba a ser muy especial, como así lo fué. No sabría decir, pero creo que unas 20.000 personas estuvieron presenciando el partido, gritando los dos goles de los bafana bafana y disfrutando de la fiesta posterior con una sonrisa en el rostro (aunque había sido eliminados, decían sentirse felices por haber ganado a un equipo Top 10, Francia).

De allí, fuimos a la casa donde estaban los "We Have a Dream Boys", dormir un poco y salir hacia el safari por el Kruger, no sin antes ver el partido de Argentina.

Miércoles 23

Diana a las 3:30. Había quedado con Thabo a las 4 para que llevase al Mercure Hotel, donde me recogían los de Livingstone Trails. Llego, y Thabo no está. Le llamo, no contesta. Consigo encontrar el teléfono de un taxista, Michael, que dice venir a por mi. Estoy intranquilo. Cuando llega, me lleva hasta el Hotel. Llego a tiempo y me recoge JeyJey, el conductor del combi que nos lleva camino de Nelspruit y del Kruger. Soy el primero. Luego recogemos a Ramón y María, dos mejicanos muy buena gente. Luego a una pareja de australianos y a tres amigos canadienses (lo siento pero no recuerdo sus nombres). Cabezada tras cabezada y con un importante cansancia acumulado, salimos en un día soleado hacia la Panorama Route.



Después de parar para comer, nos dirigimos hacia God´s Window, un espectacular paisaje natural en el que disfrutamos de unas breves vistas. De allí, a Potholes, el comienzo natural de Blyde River Canyon. Por fin llegamos a Blyde River Canyon, el tercero más grande del mundo y el único "verde" (con vegetación). Allí vimos un atardecer sudafricano y desde allí partimos a nuestro alojamiento a las puertas del Kruger.

Llegamos a nuestro lodge a las puertas de Orpen Gate. Se llama Timbavati, y es un sitio realmente espectacular y acogedor. Cenamos algo junto con unos argentinos que conocimos en la barra del bar tomando unas cervezas y vemos un espectáculo africano.

Jueves 24

A las 5 y media teníamos que estar preparados en la entrada del lodge para partir hacia el Kruger, por lo que os podéis imaginar el madrugón importante. Forro polar, cazadora de North Face y un cortavientos no eran suficientes para aplacar el frío de la mañanas invernales sudafricanas. Llegamos a Orpen Gate, una de las 9 entradas del Parque Kruger, justo antes de que apareciera el sol. La madrugada es la mejor hora para ver todo tipo de animales, especialmente los felinos. Empezamos a ver a los primeros ímpalas, a las primeras cebras, a los javalís "tipo pumba" y antes de desayunar, nos llevamos la primera alegría; el Rey de la Selva y uno de los "Big 5". 4 Leonas aparecieron por nuestra derecha y fueron caminando tranquilamente por la carretera.

Paramos a desayunar en un picnic habilitado. Después partimos de nuevo viendo las primeras Jirafas hasta que vimos el segundo "Big 5", unos 3 búfalos. Nos adentramos más en el parque con el objetivo de ver los tres restantes, y pronto vimos el tercero y uno de los favoritos de los niños, el elefante. Una manada de elefantes si iba acercando tranquilamente a un riachuelo cercano. Posteriormente bautizamos el día como "Elephant Day" porque no paramos de verlos durante todo el safari. Serían las 12 de la mañana cuando empezamos a buscar rinocerontes o algún otro "Big 5" sin éxito, y llegamos a la tarde con cierto mal sabor de boca porque dimos bastantes vueltas y siempre vimos más de lo mismo.

A eso de las 15:30 paramos en el punto de encuentro preparando el "Night Game". Este comenzó a eso de las 16:30 y duraba 3 horas, que al final fueron de mucho frío y poca cosa, por lo que al final no pudimos ver el esperado leopardo. Una pequeña decepción. Exhaustos llegamos al lodge, cenamos y a eso de las 22h estaba en la cama durmiendo profundamente.

Viernes 25

La jornada comenzó a la misma hora que el día anterior. A pesar de unas pequeñas dolencias estomacales que arrastraba del jueves, hoy me notaba más descansado por haber dormido unas 7 horas. La conductora (no recuerdo el nombre ahora) nos llevaba a María, Ramón y a mi en uno de los coches abiertos cuando, antes de llegar a Orpen Gate, nos encontramos la primera sorpresa, un León en la oscuridad que acababa de "cenar" un bufalo en la zona más exterior del parque.

Y digo la primera, porque hubo una segunda, que nos alegro el día, cuando entrando en la carretera vimos una sombra que pasaba por detrás de algunos coches parados. Era un leopardo. Un gran macho que paso a dos metros de nuestro coche, nos miró y siguió tranquilamente su camino paralelo a la carretera. Obviamente, dimos la vuelta y le seguimos, hasta que desapareció. Al fin vimos al cuarto de los "Big 5". Entramos en el Parque para hacer el Short Game de unas dos horas. No conseguí mi obejtivo preferido, ver un rinoceronte, pero con el leopardo de la mañana estaba contendo. Quizás sea la excusa para volver a Sudáfrica.

Ahora me encuentro en el combi que me lleva camino de Petroria, donde veré el último partido de grupo de España y que esperemos sea el que nos de el pase a la siguiente ronda.

Voy a echar una cabezadita!

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